domingo, 24 de febrero de 2013

Orden


Se aprecia una sala, llena de gente, todo muy desordenado, cada uno va por su cuenta, se mueven de manera inquieta, se  chocan entre ellos y con las paredes. Por la puerta principal de sala sale un hombre, de prominente barba blanca, su bata de igual color, gafas redondas y bien limpias que permite ver sus ojos azules; colgando lleva un silbato. Tras ver este desorden, coge el silbato y lo usa dando un gran pitido intentando ganar la atención de todos los integrantes de la sala, pero pese a la intensidad del silbido producido por el silbato, estos integrantes siguen "a su bola", incluso con más velocidad, ahora arman barullo y el hombre de barba blanca está preocupado, porque no consigue establecer el orden. Recurre de nuevo a su silbato, con un pitido más largo y de mayor intensidad, intensidad con la cual llega a cerrar los ojos, aprovecha ese momento de oscuridad para pensar que cuando abra los ojos van a estar todos los integrantes de la sala puesto en fila sin ningún murmullo ... ¿Qué ocurrió?  , al abrir los ojos HABÍA MÁS GENTE!! , con el mismo movimiento, con más barullo. El hombre de la barba, se empieza a desquiciar, ve como la gente no para de moverse, se chocan más entre ellos, por algunas zonas a veces se acumulan y no pueden moverse:

- ¿Qué hago? ¿Qué hago? - Se preguntaba el hombre del a bata blanca

Su cara cada vez estaba más desencajada, no veía cual es la solución, y sentía una gran importancia por no poner solución a esta situación, por lo que volvió a entrar en su despacho, donde estaba su compañero, y procedió a preguntarle que qué hacer??? , el compañero le respondió:

- Sabes por qué ocurre esto?

- Ni idea - contestó el hombre de la bata blanca

- Es por todo lo que ocurre ahí fuera, de nada sirve que quieras infundir orden, hasta que lo de fuera no de normalice ellos no pasarán a formar en fila.

domingo, 10 de febrero de 2013

Vamos, ven


- ¿Por qué te escondes?

- Porque tengo miedo

- ¿Miedo de?

- De lo que hay fuera

- Pero si no sales ¿Cómo sabes que le tienes miedo?

- Por lo que escucho

- No hagas caso a lo que escuchas, sal y descubre por ti misma si hay que tener miedo o no de lo que hay fuera

- Ya lo vi una vez y me hizo pasar miedo, seguro que nada ha cambiado

- Quizás fuera no ha cambiado mucho, quizás tu si has cambiado, quizás quien te acompañe ahora te hace verlo todo de una manera diferente, quizás te estés perdiendo la felicidad de tu vida

- ¿Me acompañas?

- Venga, vamos :) !

domingo, 3 de febrero de 2013

LA LOCOMOTORA

Desde que empecé a leer a Jorge Bucay, tengo una gran fijación por los cuentos, siempre me han gustado mucho, por ello os enseño uno que espero que os guste, se llama "La Locomotora" :

LA LOCOMOTORA 
Erase una vez un pequeña locomotora, de muy poca edad, último modelo de la época, de las más veloces y eficaces máquinas de ese entonces,  la gente y la prensa hablaba de ella como lo más revolucionario jamás ocurrido en el continente: "La velocidad jamás vista", "Sensaciones nunca experimentadas", "Fuertes emociones", "Experiencias inolvidables" , esos eran los comentarios que estaban en boca de todo el mundo que habría disfrutado de esta máquina, por cierto, su nombre "Corazón".
Fiable, robusta y veloz eran sus características principales, fue el foco de los medios durante mucho tiempo, pero esta máquina era muy diferentes a las demás, ya que su artesano, le puso tanto cariño a su elaboración que era capaz de tener sentimientos, se le notaba felicidad en sus trayectos y tristeza en sus descansos, animado cuando iba repleto de viajeros y cabizbajo cuando apenas viajaba gente. Un día, la gente empezó a usar otros transportes y Corazón pasaba más tiempo parado que en movimiento con lo que ello suponía, cuando intentaban echarlo a andar a penas cogía velocidad; su maquinista preocupado pensaba que qué podría ser: "si usamos el mismo carbón que siempre!!" exclamaban entre el personal de esta gran máquina, hasta que poco a poco se quedó parada durante mucho tiempo, oxidándose en el olvido.
Un joven maquinista, recién incorporado a la estación, no se podía creer que tenían parado a "Corazón", esa gran locomotora que ocupó las primeras páginas de tantos periódicos de años atrás, cuando estudiaba para conseguir este trabajo, tenía todo su cuarto lleno de recortes de periódicos de esta gran máquina. Todos los días al trabajar su jornada, se adentraba en ella y revisaba cada rincón de la misma, inspeccionaba todos los elementos y aprovechaba para limpiarlos y sacarle brillo, y se preguntaba una y otra vez que como podía estar parado: ¡¡No acepta ningún tipo de carbón, su sistema de alimentación se averió!! , le gritaba un maquinista mayor que tripuló el Corazón en sus últimos años. Al día siguiente cuando volvió a terminar su turno, volvió a montarse en corazón, esta vez con las herramientas suficientes para poder limpiar todo el conducto por donde se alimentaba a corazón, herramientas que junto a mucha paciencia, insistencia y pasión consiguió poder dejar limpio todo el conducto, todo listo para al día siguiente probar un nuevo carbón, este chico llamaba a este tipo de carbón "Ilusión".
Deseaba que llegase las 15:00 para como cada día acabar sus labores en el trabajo y poder dedicarle tiempo a "Corazón", sacó de su taquilla un gran saco de "Ilusión" , fue corriendo a la locomotora, abrió el circuito de alimentación y hecho un gran puñado de este nuevo combustible, lo sopló con fuerza para que cogiese bien, y cuál fue su sorpresa cuando vio que empezó a moverse, notaba esa felicidad que se sentía que emitía Corazón, tal y como comentaban sus antiguos maquinistas.
El joven trabajador, partió con Corazón, en un viaje donde se transmitía mucha felicidad y donde todo era movido por la ILUSIÓN.
¿¿El destino?? ... No le importaba

Autor. Daniel Díaz

P.S: Siempre había querido escribir un cuento pero nunca había estado lo suficientemente inspirado. Que lo haya escrito ahora no es casualidad, sin la aparición de cierta persona en mi vida no se me hubiese ocurrido este texto el cual asemejo mucho con la situación que estoy pasando, por lo que, este, mi primer cuento, va dedicado a ti :) , GRACIAS